Viaje AL HADES

En la antigua Saturnalia, los romanos celebraban la breve vuelta del dios Saturno al mundo: un instante donde el orden se relajaba, los roles se invertían y todos recordaban la Edad de Oro.

la Saturnalia no solo celebraba abundancia: celebraba también el contacto con lo profundo. En el corazón del invierno, cuando la luz se vuelve corta y la tierra “muere”, los antiguos pensaban que se afinaba el velo con el Inframundo. El camino hacia Hades –el reino donde duermen los misterios, las semillas y los antepasados– se volvía accesible. No era un descenso de miedo, sino un viaje ritual hacia el origen, igual que las semillas bajan a la tierra para renacer.

El descenso al Hades es el viaje interno donde dejamos caer las máscaras del mundo social, igual que en Saturnalia se suspendían jerarquías y prohibiciones. Allí abajo, en la noche eterna, el alma se encuentra con su…